Mecanizado en el emplazamiento de los soportes del tren desbastador
Se pidió presupuesto a Metalock Engineering para el mecanizado en el emplazamiento de los soportes del tren desbastador, para restituirlos a las tolerancias de fabricación originales en cuanto a cuadratura, rectitud y precisión en la dimensión. La empresa tiene una gran experiencia en este tipo de trabajo y ha desarrollado equipos y conocimientos que le permiten llevar a cabo estos proyectos con eficacia. Una vez se hizo con el pedido de Corus para la reparación de LIanwern, Metalock puso en marcha los trabajos de preparación para adaptar sus máquinas a los requisitos particulares de este tren.
El programa de trabajo acordado con Corus para realizar durante la parada consistía en mecanizar las bases de las carcasas de molino R2 y R3 de forma plana y nivelada entre sí y cuadrada con las carcasas de molino. Además, estos dos soportes requerían el taladrado y golpeteo de orificios M36 para dar cabida a insertos atornillados con el fin de renovar los orificios BSW de 1 pulgada dañados. También hubo que taladrar y escariar los orificios de los pernos, de 70 mm de diámetro, y colocar nuevas chapas de desgaste. Este trabajo se completó fácilmente dentro del programa, con estrechas tolerancias de mecanizado utilizando una de las máquinas especiales de Metalock diseñadas específicamente para el mecanizado de la base del soporte de fresado.
Fresadoras especiales
Para las caras verticales de la chapa de desgaste y las operaciones de mecanizado de los bordes envolventes, se utilizaron fresadoras especiales, diseñadas y construidas previamente por Metalock Engineering. Dos fresadoras de carcasa de molino completas permitieron avanzar en paralelo en los trabajos de los soportes R4 & R5. Estas máquinas se diseñaron para alcanzar toda la altura de las aberturas de la carcasa de molino en las cuatro columnas de la carcasa en un solo ajuste y se ajustaron a los puntos de referencia predeterminados, utilizando instrumentos de medición óptica.
Metalock Engineering reconoció que taladrar y golpetear el gran número de orificios necesarios sería una tarea que llevaría mucho tiempo y no podía permitirse que interfiriera con el mecanizado de las caras de la chapa de desgaste y los bordes envolventes. Para solucionarlo, los ingenieros de Metalock diseñaron y fabricaron dos máquinas de taladrado especiales que cubrirían toda la cara y facilitarían el acceso rápido a todos los orificios. Este sistema dio muy buenos resultados y todos los agujeros se renovaron de este modo sin interferir con las operaciones de mecanizado que se estaban llevando a cabo en las columnas de la carcasa adyacente, situadas a poca distancia.
Una vez finalizadas todas las operaciones de mecanizado y taladrado, se montaron las nuevas chapas de desgaste y se comprobaron las dimensiones finales, que se ajustaron a las tolerancias exigidas. La planta se volvió a poner en marcha y, durante las primeras semanas de funcionamiento, se consiguió mejorar la calidad del producto y batir varios récords de producción.