Reafilado en el emplazamiento
Para permitir una rápida vuelta a la producción, se reafilaron en el emplazamiento los cilindros de secado de papel en menos del 30 % del tiempo que se tarda en un proceso tradicional de desmontaje y reafilado.
La mayoría de los cilindros secadores utilizados en el sector del papel son cilindros huecos de fundición nodular calentados por vapor con un acabado de espejo. Para garantizar que permanezcan limpios durante la producción normal de 24 horas al día, los siete días a la semana, hay una hoja de rasqueta en contacto con el rodillo.
Sin embargo, durante un largo periodo de tiempo, es posible que los residuos se alojen entre la hoja y el rodillo. Esto puede dañar o rayar un rodillo, lo que a su vez provoca las correspondientes marcas en la banda de papel, especialmente en algunos de los papeles lisos que fabrica Curtis. Estas imperfecciones provocan rechazos y pérdidas de papel.
Para eliminar estas imperfecciones, hay que rectificar ligeramente el rodillo dañado, pero como una máquina de papel puede tener hasta 30 rodillos accionados por engranajes interconectados de distintos tamaños colocados en dos bancos, puede resultar muy difícil eliminar un rodillo concreto sin desmontar toda la máquina. El proceso de desmontar una máquina, retirar un rodillo, trasladarlo desde la planta para reafilarlo y volver a montarlo puede llevar siete días.
Reafiladora de cilindros de secado
En los últimos años, Metalock Engineering ha reafilado siete rodillos de secado para Curtis Fine Papers. Estos rodillos han oscilado entre 1,22 m de diámetro y 2,5 m de longitud y 1,32 m de diámetro y 2,8 m de longitud. Utilizando su propia máquina de secado y reafilado en el emplazamiento, diseñada a tal efecto, la operación puede llevarse a cabo permitiendo que el molino esté listo para funcionar en dos días.
Durante la preparación, el cabezal de reafilado se coloca radialmente y se bloquea para garantizar que solo se hace contacto con el cilindro que se va a reafilar. Una vez en posición, se bloquea el cabezal, se tensa la cinta de reafilado y se pone en ligero contacto con el cilindro. Se pone en marcha la máquina secadora, para hacer girar el cilindro dañado y se procede al reafilado hasta que la superficie queda limpia en toda su longitud y el corte final proporcione el acabado de espejo necesario para producir papeles finos.
Dado que las aseguradoras consideran los cilindros de secado como recipientes a presión, después de reafilarlos se vuelven a analizar antes de volver a poner la máquina en servicio.