Se pidió a Metalock Engineering que investigara si era posible realizar una reparación
La bomba tenía una fuga y, al analizarla, se descubrió que, debido a la presencia de una contratuerca aflojada, el impulsor se había caído, causando importantes daños en la forma de voluta de la carcasa y en la zona inferior de la junta del prensaestopas de la bomba.
Se pidió a Metalock Engineering que investigara si era posible realizar una reparación. Una vez desmontada la bomba, se evaluó el alcance de los daños y se tomó la decisión de que podía efectuarse una reparación satisfactoria. En la reparación se aplicaría un material de revestimiento especializado relleno de vidrio diamantado. Antes de todo esto, hubo que mecanizar las zonas dañadas del anillo de desgaste y las zonas internas de la carcasa de la bomba, así como granallar toda la superficie interna para garantizar una unión positiva entre el cuerpo de bronce de la bomba y el revestimiento relleno de escamas de vidrio.
Los trabajos de granallado y revestimiento de la superficie interna de la bomba los realizó Corrocoat para Metalock, especialistas británicos en ingeniería de corrosión, empleando a personal experimentado de las instalaciones de aplicación de la organización en Sudáfrica. El sistema de revestimiento elegido pertenecía a la gama Corroglass 600 de la propia empresa, compuesta por una base de éster vinílico cargada con escamas de vidrio. Para esta aplicación, el producto se aplicó con brocha en capas para reconstruir las superficies excesivamente desgastadas, endureciéndose rápidamente para ofrecer altos niveles de resistencia química en uso.
Una vez que el nuevo revestimiento y las zonas restauradas estaban totalmente endurecidos, Metalock rectificó las caras conjuntas de las dos mitades de la carcasa de la bomba antes de instalar una máquina de perforación en la mitad inferior de la carcasa para volver a cortar los anillos de desgaste. A continuación, se unieron las dos mitades mediante pernos y tacos, y se mecanizaron las zonas correspondientes con el equipo de mandrinado adecuado. Una vez terminada, se desmontó la mitad superior de la carcasa y se inspeccionaron todas las dimensiones antes de instalar nuevos cojinetes y un impulsor de repuesto.
La alternativa a la reparación en el emplazamiento habría sido la instalación de una bomba totalmente nueva. Como este tipo de bomba en concreto ya no se encuentra en stock, los plazos de producción y entrega habrían sido largos y muy costosos. El tiempo de inactividad necesario era inaceptable, de ahí que se optase por una reparación que ha restituido con éxito el pleno funcionamiento de la bomba vertical en un breve periodo de tiempo.